El análisis y los experimentos desarrollados muestran que la banda sonora de El Señor de los Anillos es una de las mejores y más complejas composiciones musicales hechas para el cine. Los motivos se suceden, mezclan, varían para describir, narrar, enfatizar, emocionar…
Como concluíamos en el análisis, hemos podido averiguar con este trabajo cómo los compositores abordan los guiones para crear sus bandas sonoras. Es importantísimo que tengan un conocimiento absoluto del guión, de los nudos de acción y de todo lo que rodea la trama de la película pues toda la estructura musical depende de ello. Los motivos de El retorno del Rey nos refuerzan la condición de los lugares, los estados de ánimo de los personajes (las músicas que acompañan a Frodo cambian a lo largo de la saga de mayores a menores para volver al final al mismo motivo con el que se nos presenta) a partir de cómo cambian los motivos de tempo, modalidad, y ritmo, y cómo se relacionan con el resto del elenco musical. Hablando en términos de guión, los motivos serían como los personajes de la historia que es la banda sonora y el Leitmotiv el protagonista.
Por otro lado, los experimentos dan cuenta que nuestra teoria -el sistema de banda sonora tematologica es extrapolable a cuaquier película de caracter maniqueista si hay buenos y malos podemos intercambiar las musicas y quedan coherentes- iba por muy buen camino. Hemos podido concluir que Howard Shore elavoró un tipo de BSO con unas características que se podrían extrapolar. En los dos ejemplos que hemos puesto la muestra de Motivo Sauron, queda perfectamente encuadrada y le aporta el mismo espíritu que la música original, en Star Wars-; y a la Momia aunque no la tuviera. Al intentar poner la Marcha Imperial no queda bien ya que presumiblemente parece más personal. Es decir ,que los motivos creados por John Williams son explícitos para sus personajes. Sin embargo, esto son especulaciones para eso se debería estudiar el caso de Star Wars. Nosotros podemos reafirmar la teoria con el Señor de los Anillos.
Una de las preguntas que acudieron a nuestra mente es ¿Por qué Howard Shore consigue un proyecto de banda sonora que funciona de forma tan perfecta, con tantos matices y tanta complejidad cuando las demás propuestas casi nunca buscan ese enfoque tematológico, ese entramado de motivos relacionándose entre si? La respuesta que se nos ocurre es el tiempo. Para desarrollar este complejo mapa de relaciones de motivos el autor tiene 11 horas de película. Esta ha de ser la diferencia básica respecto al resto de de producciones. El único autor que ha desarrollado algo parecido (aunque, como opinión personal, creemos que no de forma tan compleja) es Jonh Williams con su banda sonora de La Guerra de las Galaxias. Sin duda sería muy interesante hacer una comparación de ambas piezas pero ese sería otro trabajo diferente. El caso es que quizás los autores actuales deberían plantearse un estilo más parecido a este que hemos visto. Porque, quizás con menos tiempo es más difícil crear un entramado musical de las dimensiones del compuesto por Shore, pero si se sacrificara el número de motivos al estrictamente necesario en función de los personajes y escenarios principales, el resultado podría ser (aunque más sencillo) igual de interesante.
La saga de Petter Jackson ha sido una de las mejores trilogías de la historia del cine en muchos sentidos y si ha llegado hasta este nivel de reconocimiento es, sin duda, en gran parte gracias a la magnífica banda sonora que la acompaña.
